Estudio bíblico de la congregación // 1 al 7 DE DICIEMBRE // lección 40 y lección 41
8-14 DE
DICIEMBRE
Segunda
asignación
Haga
revisitas
DE CASA EN
CASA. Ofrezca un curso de la Biblia
El
publicador estará trabajando en la lección 9 el punto 3 que dice
Escuche
con atención. Deje
que la persona hable y no la interrumpa. Si tiene alguna objeción o le
expresa sus sentimientos y preocupaciones, no la ignore. Si le presta
atención, la persona verá que a usted realmente le interesa lo que ella piensa.
Duración 4
minutos
Circunstancia
La
publicadora está haciendo una revisita a la señora Marta, quien la semana
anterior recibió una publicación bíblica y mostró interés. Al regresar, la
publicadora encuentra a la señora receptiva y dispuesta a conversar. Durante el
diálogo, Marta expresa confusión y sentimientos personales sobre la oración
debido a prácticas religiosas contradictorias que ha visto en distintas
iglesias. La publicadora pone en práctica la lección 9, punto 3, escuchando con
atención y permitiendo que Marta exprese sus inquietudes sin interrumpirla.
Publicadora:
(Con tono amable)
Buenos días,
señora Marta. Estoy aquí como habíamos acordado para hablar sobre la
publicación que le dejé la semana pasada. ¿Qué le pareció?
Señora
Marta: (Sonriendo)
¡Me pareció excelente! Me gustó mucho, la leí
completa.
Publicadora:
(Felicitándola)
¡Qué alegría
me da escuchar eso! Me alegra mucho que haya disfrutado leyendo la publicación.
¿Hubo algo en especial que te llamara la atención?
Señora
Marta: ( compartiendo sus pensamientos)
En la revista, en más de una ocasión se
aconsejaba orar… Pero eso de la oración me tiene algo triste. Estoy muy
confundida. En las iglesias les rezan a varios santos y hay rezos que no me sé
de memoria. Además, no tengo santos en mi casa porque no tengo dinero para
comprarlos. Y en otras religiones oran como gritando… En verdad, no sé cuál es
la manera correcta.
Publicadora:
(Escuchando con atención)
Es
completamente normal sentir esa confusión. Muchas personas tienen dudas
similares. La buena noticia es que la Biblia nos aclara muy bien cómo deben ser
nuestras oraciones.
Señora
Marta: (Interesada)
¿De verdad?
Me gustaría saber qué dice la Biblia sobre eso.
Publicadora:
(Buscando el texto bíblico)
Jesús, en
una ocasión, fue consultado por sus discípulos sobre cómo debían orar. Su
respuesta está registrada en Lucas 11:2. ¿Quiere leerlo usted misma?
Señora
Marta: (Leyendo en voz alta)
“Entonces,
él les dijo: ‘Cuando oren, digan: Padre, que tu nombre sea santificado. Que
venga tu Reino…’”
Publicadora:
(Preguntando con claridad)
Según lo que
acabamos de leer, ¿a quién dirige Jesús esta oración?
Señora
Marta: (Respondiendo)
A su Padre.
Publicadora:
(Sonriendo con entusiasmo)
¡Exacto!
Muy bien observado. A su Padre, Jehová Dios. Jesús nos mostró que la oración es
una conversación personal y directa con Dios. No se necesitan intermediarios,
ni imágenes, ni repetir frases de memoria.
Sra.
Marta: (Reflexionando en voz alta)
Es
verdad... Tantas veces que uno repite esa oración y nunca me había fijado en
algo tan simple. Entonces, es hablar directamente con Dios.
Publicadora:
Así es. Y
me impresiona lo rápido que captó la idea principal. Fíjese, este es solo un
ejemplo de cómo la Biblia responde a preguntas importantes de una forma tan
clara. Temas como la oración, el propósito de la vida, el futuro... todo se
explica en sus páginas. Precisamente por eso, a muchas personas les está
encantando nuestro curso bíblico gratuito.
Sra.
Marta:
¿Un curso
bíblico? ¿Y cómo funciona eso?
Publicadora:
¡Qué buena pregunta! Para que lo vea usted
misma, tengo un video muy corto aquí en mi celular que lo explica perfectamente
en un minuto. ¿Le gustaría verlo?
Sra.
Marta:
Sí, claro. A ver.
(La
publicadora le muestra el video "Cómo son nuestros cursos bíblicos").
Publicadora:
(Al terminar el video)
¿Qué le
pareció?
Sra.
Marta:
Muy
interesante. Me llamó la atención que dice que se puede adaptar a mi horario.
Con mi trabajo, eso es muy importante.
Publicadora:
¡Por
supuesto! Usted elige el día y la hora que más le convengan. Y también
decidimos juntas cuánto tiempo estudiar cada vez.
Sra.
Marta:
También me gustó que en el video dice que
puedo usar mi propia Biblia.
Publicadora:
¡Claro que sí! De hecho, esa es la idea.
Usamos un libro como guía de estudio, que está totalmente basado en la Biblia,
para que sea más fácil encontrar las respuestas. Si le parece bien, puedo pasar
la próxima semana para mostrarle el libro que usamos y hacer una pequeña
demostración de cómo funciona el curso, sin ningún compromiso.
Sra.
Marta:
Me parece
una excelente idea. ¿El próximo martes a esta misma hora?
Publicadora:
Perfecto, Sra. Marta. Aquí estaré. ¡Que tenga
una semana excelente!
Sra.
Marta:
Igualmente.
¡Gracias por la visita
Conclusión
final
La
publicadora escuchó con atención las preocupaciones de la señora Marta sin
interrumpirla ni minimizar sus sentimientos. Usó la Biblia para aclarar su duda
sobre la oración y, de forma natural y respetuosa, le ofreció un curso bíblico.
La señora Marta mostró interés genuino y aceptó continuar la conversación la
próxima semana.
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