Estudio bíblico de la congregación // 1 al 7 DE DICIEMBRE // lección 40 y lección 41
Estudio bíblico de la congregación
1-7 DE DICIEMBRE
lecciones 40, 41.
Saludos mis hermanos empezamos con la lección 40 titulada
David y Goliat
¿A quién escogió Jehová para que fuera el
siguiente rey de Israel?
Jehová escogió a David, el hijo menor de Jesé.
Aunque Samuel pensó que el mayor sería el elegido, Jehová aclaró que él ve el
corazón, no la apariencia.
¿Cómo venció David a Goliat?
David venció a Goliat con la ayuda de Jehová.
Rechazó la armadura de Saúl y usó su honda y una piedra. Confió plenamente en
Jehová, corrió hacia el gigante y lanzó la piedra, que se clavó en su frente y
lo derribó.
¿Qué nos enseña este relato de Jehová?
Jehová apoya a quienes confían plenamente en
él.
David no venció por habilidad, sino porque puso su confianza total en Jehová.
Esto muestra que Jehová actúa a favor de quienes dependen de él.
Jehová demuestra que su poder supera cualquier
amenaza.
Para Jehová, Goliat no era un obstáculo. Él puede derribar lo que a nosotros
nos parece imposible.
Que Jehová mira el corazón, no la apariencia externa.
Cuando Samuel vio a los hijos mayores de Jesé, pensó que uno de ellos sería el
rey. Pero Jehová le dijo: “Yo no veo como el hombre; el hombre mira lo que
está delante de sus ojos, pero yo miro el corazón” . Esto muestra que Dios
valora nuestras intenciones, no solo cómo lucimos o qué habilidades tenemos.
David no necesitó armadura ni espada. Su confianza estaba
en Jehová, no en tácticas humanas. Este relato nos recuerda que nuestra
verdadera protección viene de depender de Dios, especialmente cuando
enfrentamos “gigantes” espirituales, emocionales o físicos.
Que Jehová puede usar a cualquiera, incluso a los jóvenes,
para cumplir su propósito.
David era solo un muchacho, pero fue usado grandemente por Dios. Hoy, edad no
es impedimento para servir a Jehová con valor y fe.
Jehová mira el corazón, no solo la apariencia: Él
rechazó a los hermanos mayores de David, que se veían como guerreros, y escogió
al pastor más joven. Esto nos enseña que Él no se fija en la estatura, la
fuerza o la posición social, sino en la fe, la humildad y la lealtad que hay en
nuestro interior
Goliat no solo estaba desafiando a Israel, sino
directamente al Dios verdadero. Jehová demostró Su poder al usar a un simple
pastor para aniquilar al gigante. Esto enseña que nadie puede insultar o
luchar contra Jehová y Su pueblo sin sufrir las consecuencias.
¿Qué lecciones prácticas podemos aprender de
este relato?
Una piedra, una honda, un joven… todo parecía
insignificante. Pero en manos de Jehová, fue suficiente. Hoy, nuestros pequeños
esfuerzos, si están dedicados a Dios, pueden tener gran impacto.
La fe se demuestra con acciones, no solo
palabras.
David no solo dijo que confiaba en Jehová: dio el paso y enfrentó al gigante.
Nuestra fe también debe llevarnos a actuar.
No necesitamos “armas” humanas para vencer
nuestros problemas.
David rechazó la armadura de Saúl. A veces, las soluciones humanas parecen
lógicas, pero confiar en Jehová es lo que realmente funciona.
David, siendo solo un muchacho, no vio el tamaño del
gigante, sino la grandeza de su Dios. Esto nos enseña que, en la vida,
todos tenemos nuestros propios "Goliat" (enfermedad, depresión,
problemas económicos). En lugar de enfocarnos en lo grande que es el problema,
debemos enfocarnos en lo grande que es Jehová y en Su promesa de
ayudarnos a vencer.
David rechazó la armadura pesada y la espada de Saúl,
usando su sencilla honda. Esto nos enseña que, en la lucha espiritual, no
debemos depender de los métodos o la sabiduría del mundo. Nuestras mejores
armas son las provisiones de Jehová: la oración, la Palabra de Dios y la
predicación.
David sintió un profundo enojo porque Goliat estaba
"luchando contra Dios". Esto nos enseña que nuestro celo en el
ministerio y nuestra defensa de la verdad deben estar motivados por el amor
al nombre de Jehová y por la preocupación de que se le dé la honra que
merece
David era el hermano menor que estaba haciendo el trabajo
menos glamuroso, cuidando ovejas. Esto nos anima a ser humildes y a
recordar que Jehová nos usa, sin importar cuán pequeña o insignificante parezca
nuestra asignación en Su organización
Comentario adicional
En 1 samuel 17: 34,
35, leemos que David recordó cómo Jehová lo ayudó a matar leones y osos. Eso le
dio seguridad. Nosotros también debemos recordar cómo Dios ha respondido
nuestras oraciones para fortalecer nuestra confianza.
Comentario adicional
"Este relato nos enseña que no importa
cuán grande sea el gigante, si Jehová está de nuestro lado. David no vio un
guerrero invencible, sino una oportunidad para mostrar que el verdadero poder
está en Dios. Nosotros también podemos enfrentar nuestros ‘Goliat’ con fe,
sabiendo que Jehová pelea nuestras batallas.
Pasamos a la lección 41 titulada
David y Saúl
¿Por qué Saúl quería matar a David?
Saúl quería matar a David porque sentía envidia y celos.
El pueblo admiraba más a David por sus victorias y eso hizo que Saúl lo viera
como una amenaza. Ese resentimiento creció al punto de querer quitarle la vida
¿Por qué David no quiso matar a Saúl?
David no mató a Saúl porque respetaba a Jehová y a la
autoridad que él había establecido. Aunque Saúl lo perseguía injustamente,
David sabía que Saúl seguía siendo “el ungido de Jehová” y decidió dejar el
asunto en manos de Dios, confiando en que Jehová juzgaría en el momento
adecuado.
¿Qué nos enseña este relato de Jehová?
Jehová valora profundamente la lealtad.
David demostró respeto por la autoridad puesta por Dios, y Jehová bendijo esa
actitud humilde y obediente.
Jehová protege a quienes confían en él.
Aunque David estaba en peligro constante, Jehová nunca lo abandonó y lo cuidó
en cada situación
David tuvo dos oportunidades claras de matar a Saúl, pero
se negó. No tomó justicia por su propia mano, sino que dejó que Jehová
defendiera su causa. Hoy, si somos tratados injustamente, podemos confiar en
que Dios actuará a su tiempo
Jehová espera que respetemos la autoridad,
aunque esta falle: Saúl fue el rey escogido por Jehová, a pesar
de que se volvió desobediente y, finalmente, intentó matar a David. El hecho de
que David se negara dos veces a tocar a Saúl porque era "el ungido de
Jehová" nos enseña que el respeto a la autoridad delegada por Dios es sacro
y que la venganza es un asunto que le pertenece solo a Jehová
La vida de David estuvo en peligro constante, pero él
esperó pacientemente a que Jehová quitara el reino de Saúl, en lugar de tomar
el asunto en sus propias manos. Esto nos enseña que Jehová es el Juez
Supremo y que Su justicia es perfecta. Si tenemos fe, debemos esperar Su
tiempo para corregir las injusticias, sin adelantarnos a Su juicio.
¿Qué lecciones prácticas podemos aprender de
este relato?
Debemos respetar a quienes tienen autoridad, aunque no sean
perfectos.
David no justificó el mal trato diciendo: “Saúl no merece respeto”.
Nosotros también debemos mostrar respeto a los ancianos, sin hablar mal de
ellos ni buscar venganza
La paciencia en medio de la injusticia glorifica a Jehová.
David sufrió años de persecución, pero no se amargó. Su ejemplo nos anima a
permanecer fieles, sabiendo que Jehová ve nuestro corazón
Respetamos la autoridad incluso cuando no es
perfecta.
David respetó la posición que Jehová le había dado a Saúl. Hoy, respetamos a
quienes tienen responsabilidades, aunque tengan errores.
Evitamos que los celos dañen nuestras
relaciones.
Saúl dejó que la envidia lo consumiera. Esto nos recuerda vigilar nuestros
sentimientos y alegrarnos sinceramente por las bendiciones ajenas
Confiamos en que Jehová actúa en el tiempo
perfecto.
Aunque David esperó años para convertirse en rey, Jehová cumplió su palabra.
Esto nos anima a ser pacientes cuando esperamos su ayuda
Saúl, el rey, permitió que la envidia por el éxito
de David se apoderara de él, llevándolo al odio y al asesinato. Esto nos enseña
que debemos celebrar los logros de nuestros hermanos espirituales y no
permitir que los celos destruyan nuestra paz mental y nuestra relación con
Jehová
David respetó a Saúl porque era "el ungido de
Jehová", no por su conducta personal. Esto nos enseña a respetar el
principio de autoridad y los nombramientos que Jehová permite en Su
organización. Debemos ser leales a la disposición, incluso si la persona que
tiene la autoridad comete errores o nos trata mal, dejando la corrección final
en manos de Dios.
No dejemos que la envidia nos controle. Saúl perdió todo
(reino, familia y vida) por envidiar el éxito de David. Si sentimos celos de un
hermano (por privilegios, comentarios, familia, etc.), pidamos ayuda a Jehová
antes de que crezca
Dejemos la venganza en manos de Jehová. David pudo
justificarse diciendo “él empezó”, pero dijo: “Jehová juzgará entre tú y yo”.
Cuando nos hagan injusticia en el trabajo, la familia o la congregación, no
tomemos venganza
"Este relato nos enseña que no debemos
responder al mal con más mal. David pudo haber matado a Saúl, pero prefirió
respetar al ungido de Jehová. Esa clase de integridad, incluso en secreto, es
lo que Jehová valora. Y al final, David no solo fue rey, sino ‘hombre conforme
al corazón de Dios’."

Comentarios
Publicar un comentario