Estudio bíblico de la congregación // 1 al 7 DE DICIEMBRE // lección 40 y lección 41
Primera asignación
Empiece conversaciones
DE CASA EN CASA. Empiece una conversación con La
Atalaya número 1 del 2025
El publicador estará trabajando en la lección 1 el punto 3
que nos dice .
Sea flexible. En vez de empezar
conversaciones con lo que le interesa a usted, mejor empiece
con lo que le interesa a la otra persona. Así que abra su
mente, cambie el chip y pregúntese:
a. “¿Qué está saliendo en las
noticias?”.
b. “¿De qué hablan mis vecinos, mis
compañeros de trabajo o mis compañeros de clase?”.
Duración 4 minutos
Circunstancia:
La publicadora está predicando de casa en casa y utiliza La Atalaya
número 1 del 2025 para iniciar una conversación sobre las guerras, un tema
relevante en las noticias. Al notar que la señora cree que los gobiernos
podrían resolver el problema de las guerras uniéndose, la publicadora adapta la
conversación para mostrar cómo la Biblia explica las limitaciones de los
gobiernos humanos
Publicadora: (Con tono amable y respetuoso)
Buenos días, señora.
Mi nombre es Ana, soy testigo de Jehová. Estoy compartiendo la revista La
Atalaya porque trata un tema que hoy en día preocupa a muchas personas: la
guerra. El título es “Un mundo sin guerras es posible.” Dígame, ¿ha escuchado
las noticias sobre lo que está pasando en el mundo con las guerras?
Señora: (asintiendo)
Sí, es horrible lo que
está pasando… Cada vez son más los países que participan en guerras.
Publicadora: (Escuchando con atención).
Así es. Lo bueno es
que la Biblia nos asegura que Dios no permitirá que las guerras duren para
siempre. Mire lo que dice Salmo 46:9: “Él acaba con las guerras por toda la
tierra. Rompe el arco y destroza la lanza, quema los carros militares en el
fuego.” Este texto nos enseña que Dios promete acabar con todas las guerras.
Señora: (Reflexionando)
Qué bueno que Dios prometa eso. … Creo que Él ya está
moviendo los asuntos para que todos los gobiernos se pongan de acuerdo. Vi una
noticia que decía que se reunirán los involucrados en estas guerras para hacer
las paces.
Publicadora: (conectando con el comentario de la señora)
Precisamente, la
revista que le mencioné tiene un tema que toca ese punto. Mire este título:
“¿Puede el ser humano acabar con las guerras y los conflictos armados?”
Señora: (Interesada)
¡Interesante! ¿Allí se
dice si las naciones traerán la paz si se ponen de acuerdo?
Publicadora: (señalando un párrafo)
Leamos este breve
párrafo que menciona algo de lo que usted me comentó. Dice así:
"Objetivo: Los gobiernos se ponen de acuerdo para actuar
juntos en caso de agresión. En teoría, si muchos países se hacen aliados y unen
sus fuerzas, será más difícil que un enemigo se atreva a comenzar una guerra
contra ellos."
Señora: (Asintiendo con entusiasmo)
¡Eso es a lo que me refería! Se están poniendo de acuerdo
muchos países.
Publicadora: (Señalando otro párrafo debajo del anterior)
Sin embargo, aquí
dice: "Obstáculo." Por favor, léalo usted. Es un párrafo corto.
Señora: (Leyendo en voz alta)
"Amenazar con tomar represalias no garantiza la paz. Los
países no siempre cumplen con sus compromisos ni se ponen de acuerdo sobre cómo
o cuándo actuar contra el agresor."
Publicadora: (Explicando brevemente)
Así es. ¿No es cierto que siempre los países
no cumplen su parte en esos tratados de paz?
Señora: (Coincidiendo con convicción)
¡Es verdad! Muchas
veces hay países que no cumplen con su parte del tratado y se rompe la paz.
Publicadora: (mostrando otro texto bíblico)
Pero veamos qué nos
dice la Biblia sobre este tema. Aquí en Salmo 146:3 dice: “No pongan su
confianza en príncipes ni en ningún otro hombre, porque no pueden traer la
salvación.” Como vemos, la Biblia nos dice que no pongamos nuestra esperanza en
los hombres. Los gobiernos humanos no podrán traer la paz que anhelamos.
Señora: (Convencida, asintiendo lentamente)
Es cierto… La Biblia
lo dice muy claro. Pero entonces, ¿cómo Dios traerá la paz que necesitamos?
Publicadora: (Mostrando nuevamente la revista)
Esta revista que le
estoy entregando trae la respuesta a esa pregunta y a muchas otras. Quisiera
que se quedara con ella. Y si quiere, puedo pasar este fin de semana para
hablar de cómo le pareció la revista y seguir hablando de cómo Dios traerá la
paz.
Señora: (Aceptando)
¡Claro que sí! Me
encantaría. Pase el fin de semana, lo estaré esperando.
Publicadora: (Despidiéndose cordialmente)
Perfecto, estaré aquí
el fin de semana. Gracias por su tiempo y por escuchar este mensaje tan
importante. Que tenga un excelente día.
Señora: (Sonriendo amablemente)
Igualmente, hasta
pronto.
Conclusión breve de la asignación:
En esta escenificación, la publicadora aplicó con éxito el punto
3 de la lección 1, ya que mostró flexibilidad al adaptar la conversación al
interés de la señora. En lugar de enfocarse solo en su presentación inicial,
escuchó con atención lo que ella mencionó sobre los gobiernos y la paz, y usó
la revista y la Biblia para dirigir la conversación con amabilidad hacia la
verdadera fuente de paz: Dios.
Comentarios
Publicar un comentario