Estudio bíblico de la congregación // 1 al 7 DE DICIEMBRE // lección 40 y lección 41
¡Bienvenidos a Comentarios y Respuestas para las Reuniones TJ!
En esta entrada te ayudaremos a prepararte para la sección “Seamos Mejores Maestros” de la reunión de entre semana correspondiente a la semana del 24 al 30 de noviembre.
Aquí encontrarás ejemplos prácticos, claros y bien explicados para cada asignación, diseñados para que puedas prepararte de forma sencilla, efectiva y con confianza.
También incluimos diálogos basados en las lecciones asignadas, con ideas que puedes adaptar a tu estilo personal, tu manera de enseñar y las necesidades del territorio donde participas en la predicación.
DE CASA EN
CASA. Utilice una de las verdades del apéndice A del folleto Una obra de
amor
El
publicador estará trabajando en la lección 3 el punto 3 que nos dice
Muestre
empatía. Trate
de imaginar cómo se siente la persona.
a.
Pregúntese:
“¿Qué cosas es probable que le preocupen? ¿Qué puede parecerle interesante o
serle útil?”. Estas preguntas lo ayudarán a mostrarle bondad de forma sincera y
natural.
b.
Escuche
a la persona con atención para demostrarle que a usted le interesa lo que a
ella le preocupa. Si la persona empieza a hablarle de cómo se siente o le
cuenta un problema, no cambie el tema.
Duración 3
minutos
Circunstancia:
La
publicadora está predicando de casa en casa. Al atenderla, una señora vestida
de negro le comenta que perdió recientemente a su tío. Al notar su tristeza y
preocupación por el destino de su familiar, la publicadora la consuela usando
una de las verdades del apéndice A del folleto Una obra de amor.
Publicadora:
Buenos días… Disculpe que la moleste. Me llamo Ana, paso visitando a mis
vecinos para compartir un pensamiento bíblico que da consuelo. Pero noto que
está de luto… ¿perdió recientemente a un ser querido?
Vecina:
Sí… falleció mi tío hace poco. Era como un segundo padre para mí.
Publicadora:
(Mostrando empatía)
Lamento mucho su pérdida. Sé lo difícil que es
perder a alguien tan especial.
Vecina: (compartiendo
sus preocupaciones)
Gracias… me duele mucho… pero además estoy
preocupada. Mi tío era muy bueno conmigo, pero con otros no tanto. Era algo
gruñón… y como fue a la guerra, sé que tuvo que matar personas. Además, nunca
le gustó ir a la iglesia. Una persona me dijo que, por eso, seguro está en el
infierno. Y no puedo dejar de pensar en eso. ¿Será verdad? ¿Hay algo que se
pueda hacer, rezando o algo así, para que no sufra?
Publicadora:
(Escuchando con atención)
Entiendo
perfectamente cómo se siente. Es muy natural que una persona piense en lo que
pasa con sus seres queridos después de morir. La Biblia ofrece una respuesta
muy clara que da consuelo. Si gusta, podríamos leer un texto breve que explica
el estado de los muertos.
Vecina: (Interesada)
¿De verdad en la Biblia dice cómo están los
que ya murieron?
Publicadora:
(Sacando su Biblia con calma)
Sí, exactamente. Si gusta, podemos leer un
texto muy claro en Eclesiastés 9:5. ¿Le gustaría leerlo usted misma?
Vecina: (Leyendo
en voz alta)
“Porque los vivos saben que morirán, pero los
muertos no saben nada en absoluto ni reciben más recompensa, ya que todo
recuerdo suyo ha caído en el olvido.”
Publicadora:
(Explicando brevemente)
Fíjese en esa frase: “los muertos no saben
nada en absoluto.” Es como cuando alguien se desmaya y queda inconsciente, sin
sentir ni darse cuenta de nada. Así describe la Biblia a quienes han muerto.
Vecina: (Asintiendo
lentamente, pensativa)
Ya veo… Aquí la Biblia es clara. Él no está
sufriendo. Pero… ¿y los pecados que cometió? ¿No los va a pagar?
Publicadora:
(guiando hacia otro texto bíblico)
Vamos a
buscar la respuesta en la Biblia. Leamos Romanos 6:7. ¿Quiere darle lectura?
Vecina: (Leyendo
en voz alta)
“Porque el que muere queda absuelto de su
pecado.”
Publicadora:
(Explicando el texto)
Esto significa que cuando una persona muere,
su registro pecaminoso ya no está en su contra. En otras palabras, pagó la
cuenta de todos sus pecados. Ya no tiene una cuenta pendiente de pecados. Dios
no lo sigue juzgando por lo que hizo en vida.
Vecina: (Sorprendida,
con una expresión de alivio)
Nunca había
leído eso, Entonces, mi tío no está en un infierno. ¡Qué alivio!
Publicadora:
(Sonriendo con calidez y felicitándola)
Exacto. Me
alegra que haya entendido este punto tan importante. Me gustaría volver a pasar
otro día para seguir hablando sobre este tema, y el porqué la creencia de un
infierno, si está de acuerdo.
Señora: (Aceptando
con alegría)
¡Claro que sí! Pase el fin de semana.
Publicadora:
(Despidiéndose cordialmente)
Perfecto, estaré aquí el fin de semana.
Gracias por su tiempo y por escuchar estas verdades tan importantes. Que tenga
un excelente día.
Señora: (Sonriendo
amablemente)
Igualmente,
hasta pronto.
Conclusión
breve de la asignación
En esta
escenificación, la publicadora aplicó con éxito el punto 3 de la lección 3,
mostrando empatía genuina. No se limitó a su presentación inicial, sino que
escuchó con atención los sentimientos de la señora, validó su dolor y la
consoló con textos bíblicos claros. Así demostró bondad de forma sincera y
natural, fortaleciendo la confianza para futuras conversaciones.
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