Estudio bíblico de la congregación // 1 al 7 DE DICIEMBRE // lección 40 y lección 41
analizaremos
el Estudio bíblico de la congregación correspondiente a la semana del 10 al
16 de noviembre, donde consideraremos las lecciones 34 y 35.
Estas lecciones nos muestran cómo Jehová fortalece a los humildes y responde
las oraciones sinceras.
Este video está lleno de comentarios y reflexiones para que elijas el
que más te guste y participes con confianza en tu reunión.
Comencemos
Saludos mis
hermanos comenzamos con la lección 34 titulada
La primera
pregunta
¿Cómo le
demostró Jehová a Gedeón que lo había elegido?
Jehová le dio dos
señales milagrosas con la lana: primero, que solo la lana estuviera mojada por
el rocío y el suelo seco; luego, que la lana estuviera seca y todo el suelo
mojado. Ambos eventos fueron contrarios a lo natural, y así Gedeón tuvo la
certeza de que Jehová lo había escogido para salvar a Israel.
¿Por qué
tenía solo 300 hombres el ejército de Gedeón?
El ejército de Gedeón quedó reducido a solo
300 hombres porque Jehová le dijo que si tenían muchos soldados, los israelitas
podrían pensar que ganaron la batalla solos, sin la ayuda de Dios.
Jehová quería que quedara claro que Él era quien les daría la victoria
¿Qué nos
enseña este relato de Jehová?
Gedeón se
consideraba el más pequeño de su familia, pero Jehová lo llamó “poderoso
guerrero” . Esto muestra que Dios no mira lo que somos, sino lo que podemos
ser con su ayuda.
Que Jehová
es paciente con nuestras dudas cuando buscamos seguridad.
Aunque Gedeón pidió dos señales, Jehová no se enojó, sino que respondió con
paciencia. Nos enseña que si pedimos dirección con fe y respeto, Jehová nos
guiará, incluso si necesitamos confirmación.
Que Jehová
da la victoria sin importar las circunstancias.
300 hombres contra 135.000, armados solo con cuernos, jarrones y antorchas. La
batalla no se ganó por fuerza, sino por obediencia y confianza en Jehová.
Aunque
Gedeón se consideraba insignificante, Jehová lo llamó “poderoso guerrero”. Esto
nos enseña que Él puede usar a cualquiera de nosotros, sin importar nuestras
limitaciones aparentes.
Jehová es
paciente y comprensivo.
No se molestó cuando Gedeón pidió señales para confirmar su elección. De igual
modo, Jehová comprende nuestras dudas y nos da las pruebas y el ánimo que
necesitamos para fortalecer nuestra fe.
No hizo
falta un gran ejército ni armas poderosas, solo obediencia, fe y valor. Esto
nos enseña a obedecer las instrucciones de Jehová aunque no las entendamos del
todo, sabiendo que Él siempre tiene el mejor plan.
Jehová da
la victoria a quienes confían en Él.
Así como Gedeón y sus 300 hombres vencieron a los madianitas, nosotros también
podemos superar los desafíos si actuamos con fe y confiamos plenamente en
Jehová.
¿Qué
lecciones prácticas podemos aprender de este relato?
La verdadera
fortaleza está en depender de Jehová, no en números o recursos.
Hoy, aunque parezca que hay pocos predicando o que el mundo es muy fuerte,
Jehová puede multiplicar nuestro esfuerzo si confiamos en él.
Debemos
mantenernos alerta, como los 300 fieles.
Los que se quedaron eran los que bebían agua estando atentos al peligro.
Nosotros también debemos servir a Dios sin bajar la guardia espiritual,
viviendo con vigilancia constante.
Cuernos,
jarrones rotos y antorchas causaron terror. Hoy, un simple testimonio, una
sonrisa o una palabra amable, usados por Jehová, pueden cambiar una vida.
La
humildad no nos impide ser usados por Jehová.
Gedeón se consideraba insignificante, pero Jehová lo eligió porque era
obediente y confiaba en Él. Esto nos enseña que Jehová valora más la
disposición del corazón que la posición o las habilidades.
Gedeón pidió
señales, y Jehová se las concedió. De igual forma, nosotros fortalecemos
nuestra fe al estudiar su Palabra, orar y ver cómo Él responde en nuestra vida
diaria.
Los 300
hombres siguieron al pie de la letra las indicaciones de Gedeón, y por eso
obtuvieron la victoria. En nuestra vida, la obediencia fiel a los principios
bíblicos siempre produce buenos resultados.
Reducir el
ejército fue una forma de evitar que los israelitas se atribuyeran el mérito.
Nosotros también debemos reconocer que cualquier logro espiritual o éxito
personal es gracias a la guía y ayuda de Jehová.
El plan de
ataque de Gedeón (cuernos, jarrones y gritos) no tenía sentido militarmente,
pero funcionó perfectamente. Esto nos enseña que debemos confiar y seguir
los métodos de la organización de Jehová, aunque a veces no parezcan
lógicos o convencionales.
Comentario
adicional
"Este
relato nos enseña que no necesitamos ser grandes ni fuertes para que Jehová nos
use. Como Gedeón, podemos empezar con dudas, pero si confiamos en Dios, él
puede hacer cosas grandiosas a través de nosotros, aunque parezca
imposible."
Pasamos a
la lección 35 titulada
Primera
pregunta
🔹 ¿Por qué estaba tan triste Ana?
Ana estaba muy triste porque no podía tener hijos, y además era objeto de
burlas por parte de Peniná, la otra esposa de su esposo, que sí tenía muchos
hijos
🔹 ¿Qué bendición le dio Jehová a
Ana?
Jehová
escuchó sus oraciones sinceras y le concedió el deseo de su corazón: le dio un
hijo, a quien llamó Samuel. Ana cumplió su promesa y lo dedicó al servicio de
Jehová en el tabernáculo. Más adelante, Jehová la bendijo con tres hijos y dos
hijas adicionales.
💎 ¿Qué nos enseña este relato de
Jehová?
Jehová
escucha las oraciones sinceras.
Aunque Ana no podía tener hijos y sufría profundamente, Jehová oyó su súplica
porque vino a Él con fe y humildad.
Que Jehová
honra las promesas hechas a él.
Ana prometió entregar a su hijo al servicio de Dios, y cumplió su palabra
cuando Samuel fue destetado. Jehová valoró su fidelidad y siguió bendiciéndola
abundantemente
Que Jehová
puede cambiar nuestra tristeza en gozo.
Ana pasó de llorar amargamente a dar gracias a Jehová. Su cántico de alabanza
en 1 Samuel 2 muestra cómo transformó su dolor en adoración. Hoy, Jehová sigue
siendo capaz de convertir nuestras pruebas en motivo de gratitud.
Jehová
bendice a quienes cumplen lo que prometen.
Ana fue fiel a su voto, y Jehová la bendijo con muchos más hijos por su lealtad
🌿 ¿Qué lecciones prácticas podemos
aprender de este relato?
Orar con
sinceridad y fe trae consuelo.
Como Ana, podemos hablar con Jehová con el corazón abierto, confiando en que Él
entiende nuestro dolor mejor que nadie.
Cumplir
nuestras promesas a Jehová demuestra lealtad.
Ana no se olvidó de su voto cuando recibió lo que pidió, mostrando un profundo
respeto por su relación con Dios.
Ana oró con
el corazón roto y salió reconfortada, aunque aún no había recibido la
respuesta. Nos enseña que hablar con Jehová en oración nos da paz, aunque la
solución no llegue inmediatamente.
No debemos
permitir que las burlas o comparaciones nos hagan perder la fe.
Aunque Peniná la humillaba, Ana no respondió con odio, sino con oración. Hoy,
si enfrentamos críticas o sentimientos de inferioridad, podemos imitarla al
buscar consuelo en Jehová, no en la venganza.
Debemos
cumplir nuestras promesas a Dios con alegría.
Entregar a Samuel no fue fácil, pero Ana lo hizo con amor. Nosotros también,
cuando prometemos servir a Jehová —como en el bautismo—, debemos mantener esa
promesa todos los días
Jehová
bendice a quienes confían en él, no solo con lo que piden, sino con mucho más.
Ana pidió un hijo, y recibió no solo uno, sino una familia completa. Además,
tuvo el privilegio de influir en la obra de Dios. Hoy, si ponemos a Jehová
primero, él añade todo lo necesario
Comentario
adicional
No debemos
juzgar a los demás sin conocer su situación. Elí vio a Ana y pensó que estaba
borracha, pero no sabía que estaba orando con el corazón roto. Este detalle nos
enseña que a veces las personas actúan de manera extraña por dolor, no por mala
intención. Hoy, en vez de criticar, seamos compasivos con quienes sufren.
Comentario
adicional
Jehová
bendijo a Ana porque ella cumplió su promesa de entregar a Samuel para el
servicio en el tabernáculo. Su recompensa fue darle cinco hijos más. Esto
demuestra que Jehová recompensa con generosidad a aquellos que son
fieles a sus votos y hacen sacrificios por Su servicio.
Comentario
adicional
La actitud
de Ana cuando el sumo sacerdote Elí la acusó injustamente de estar borracha
muestra una gran humildad y dominio propio. En lugar de responder con enojo o
defenderse de manera grosera, Ana explicó con respeto y calma la verdadera
razón de sus lágrimas. Su ejemplo nos enseña que, incluso cuando otros nos
malinterpretan, podemos mantener la paz y responder con humildad. Jehová valora
profundamente ese tipo de actitud mansa y confiada en Él
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