Estudio bíblico de la congregación // 1 al 7 DE DICIEMBRE // lección 40 y lección 41
Saludos
mis hermanos comenzamos dándole lectura a El Cantar de los Cantares su capítulo
2 versículo 7 que nos dice
Oh, hijas
de Jerusalén, las pongo bajo juramento por las gacelas y
por las ciervas del campo: hasta que el amor
no lo quiera, no traten de despertarlo
ni provocarlo en mí.
La
pregunta es
¿Por
qué es la sulamita un buen ejemplo para las hermanas y hermanos solteros?
La
sulamita es un excelente ejemplo para los solteros porque mostró dominio propio
y madurez emocional. No permitió que la presión ni los halagos la hicieran
fingir un amor que no sentía. Así enseña que es sabio esperar el momento
adecuado y a la persona correcta, en lugar de dejarse llevar por las emociones
o las apariencias.
Tenemos
esta otra respuesta
porque
demuestra principios importantes sobre el amor, la paciencia y la fidelidad a
los valores divinos. En Cantares 2:7, ella declara con firmeza que no debe
"despertarse ni provocarse el amor hasta que este se sienta
inclinado." Este versículo enseña que el amor verdadero no debe ser
forzado ni buscado apresuradamente, sino que debe surgir de manera natural y en
el momento adecuado.
Comentario
adicional
La
sulamita enseña que el amor no debe ser buscado impulsivamente ni bajo presión
social. Muchas personas solteras pueden sentirse ansiosas por encontrar pareja
debido a expectativas culturales o emocionales. Sin embargo, la Biblia nos
anima a confiar en Jehová y esperar con paciencia
Comentario
adicional
La
sulamita no estaba dispuesta a involucrarse sentimentalmente solo por
conveniencia o presión externa. Esto refleja un amor maduro y consciente,
basado en principios divinos. Para los cristianos solteros, esto significa
buscar una pareja que comparta su fe y valores, alguien con quien puedan
construir una relación edificante y duradera
Comentario
adicional
Aunque
Salomón intentó impresionarla con su riqueza y poder, la sulamita permaneció
fiel a sí misma y a sus principios. Esto nos enseña que los solteros no deben
comprometer su identidad ni sus estándares morales por complacer a otros o por
desear una relación a cualquier costo.
¿QUÉ
PERLAS ESPIRITUALES HA ENCONTRADO EN LA LECTURA BÍBLICA DE ESTA SEMANA?
Tenemos
esta perla en el capítulo 1 versículo 15
“¡Qué
hermosa eres, amada mía! ¡Qué hermosa! Tus ojos son como de palomas”
Los
esposos deben expresar admiración y aprecio mutuamente con palabras afectuosas.
La repetición "eres hermosa" muestra que el elogio sincero nunca debe
cesar en el matrimonio. Cuando los cónyuges se afirman verbalmente, fortalecen
su vínculo emocional
Excelente
perla tenemos en el capítulo 2 versículo 1
”No soy
más que una flor de azafrán de la llanura costera, un lirio de los valles”
Con estas
palabras, la joven sulamita muestra gran humildad al compararse con
flores comunes. Nos enseña que el amor verdadero no se basa en la
belleza superficial o en la propia grandeza, sino en la sinceridad y sencillez
de la persona.
Tenemos
esta perla en el capitulo2 versículo 2 que dice
“Como un
lirio entre los espinos, así es mi amada entre las jóvenes”
Aquí se compara
a su amada con un lirio rodeado de espinos, resaltando su pureza en medio de un
entorno moralmente corrupto. De igual forma, los siervos de Jehová se esfuerzan
por mantenerse limpios espiritualmente en un mundo que promueve lo contrario.
Jehová aprecia esa pureza y la considera hermosa y valiosa.
Ubicamos
otra perla en el capítulo 2 versículo 15
Atrapen a
los zorros, los zorros pequeños que destrozan las viñas, porque nuestras viñas
han florecido
Las “zorros
pequeños” simbolizan los problemas o actitudes aparentemente insignificantes
que pueden dañar una buena relación, ya sea con nuestro cónyuge o con Jehová.
Este versículo nos enseña a no ignorar los pequeños errores o malos hábitos,
sino a corregirlos a tiempo antes de que afecten nuestra espiritualidad o
nuestras relaciones personales.
Tenemos
esta perla en el capítulo 1 versículo 6
No se
queden mirándome porque estoy morena, porque el sol ha puesto en mí su
mirada. Los hijos de mi madre se enojaron conmigo; me encargaron el
cuidado de las viñas, pero mi propia viña descuidé.
Este
versículo nos ofrece una lección sobre las prioridades y la humildad.
La joven no se preocupa por su apariencia exterior, sino que lamenta haber
estado tan ocupada con los deberes familiares que descuidó su propio
"viña" (que puede representar su bienestar personal). Nos enseña a no
descuidar lo verdaderamente importante por atender responsabilidades externas.
El capítulo 2 el versículo 7 contiene esta
perla
Oh, hijas
de Jerusalén, las pongo bajo juramento por las gacelas y
por las ciervas del campo: hasta que el amor
no lo quiera, no traten de despertarlo
ni provocarlo en mí.
Este
pasaje enfatiza el valor de la paciencia y la espera en las
relaciones. La sulamita advierte con firmeza a sus compañeras contra el intento
de forzar o apresurar el amor. Nos enseña que el amor verdadero, duradero y
puro, debe desarrollarse de forma natural, a su debido tiempo y con la
aprobación de Dios.
Tenemos
otra perla en el capítulo 2 versículo 4 que dice
Me llevó a
la sala del banquete y alzó sobre mí el estandarte de su amor.
Este
versículo nos enseña que el amor del esposo crea un ambiente de celebración y
protección para su esposa. Nos impulsa a fortalecer el amor en el matrimonio,
creando un hogar lleno de alegría y apoyo mutuo, para glorificar a Jehová como
Creador del matrimonio.
La
siguiente pera la tenemos en el capítulo 1 versículo 5 que dice
Estoy
morena, pero soy bella, oh, hijas de Jerusalén, como
las tiendas de Quedar, como las telas de tienda de Salomón.
La joven
reconoce su apariencia humilde pero no se avergüenza, porque su valor no
depende de la apariencia exterior. En sentido espiritual, esto nos enseña a no
medir nuestro valor por criterios humanos, sino por cómo Jehová nos ve. Él
valora la belleza interior, la lealtad y la sinceridad del corazón más que
cualquier atributo físico o material.
Tenemos
esta perla en el capítulo 2 versículo 3
Como un
manzano entre los árboles del bosque, así es mi amado
entre los jóvenes. Deseo ardientemente sentarme a su sombra; su fruto
es dulce a mi paladar.
Este
versículo nos muestra que la esposa encuentra refugio, deleite y satisfacción
en su esposo. Nos anima a ser para nuestro cónyuge un lugar de descanso y
alegría, cultivando un matrimonio que nutra emocional y espiritualmente,
reflejando la provisión amorosa de Jehová.
.
Tenemos
esta perla en el capítulo 1 versículo 9
A
una yegua entre los carros del faraón te comparo a ti, amada mía
Este
versículo nos enseña que el esposo ve en su esposa una belleza noble y
distinguida. Nos motiva a expresar admiración sincera y respetuosa hacia
nuestro cónyuge, valorando sus cualidades únicas y edificando el amor
matrimonial con palabras de aprecio que honren a Jehová.
Ubicamos
otra perla en el capítulo 2 versículo 16
Mi amado
es mío y yo soy suya. Él pastorea el
rebaño entre los lirios
Este
versículo nos enseña la exclusividad y la entrega mutua en el matrimonio:
"mío" y "suya". Nos impulsa a mantener la lealtad absoluta
al cónyuge, cuidando la relación como un jardín sagrado, para que Jehová
bendiga nuestra unión con paz y felicidad duradera.
Hermosa
perla tenemos en el capítulo 2 versículo 6
Su brazo
izquierdo está bajo mi cabeza, y con el derecho me abraza.
Este
versículo nos muestra el apoyo y la protección que se dan los cónyuges en el
matrimonio. Nos anima a ser un refugio emocional y físico para nuestro esposo o
esposa, ofreciendo consuelo y cercanía en todo momento, para que la relación
sea un lugar de seguridad y amor leal.
Tenemos
esta perla en el capítulo 1 versículo 16
“¡Qué
apuesto eres, amado mío! ¡Qué encantador! La frondosa vegetación
es nuestro lecho;
Este texto
nos recuerda que La esposa también debe expresar admiración hacia su esposo. El
elogio mutuo crea un ambiente de amor y aceptación. Cuando ambos cónyuges se
afirman y aprecian verbalmente, crean un hogar acogedor donde ambos se sienten
valorados y amados.
Hermosa
perla tenemos en el capítulo 2 versículo 14
Oh, paloma
mía, en los refugios del peñasco, en los huecos del acantilado, déjame que
te vea y oiga tu voz, porque dulce es tu voz y bella es tu
apariencia’”
Este
versículo nos enseña que el esposo anhela la presencia y la voz de su esposa,
valorando su compañía. Nos impulsa a buscar tiempo de calidad con nuestro
cónyuge, escucharlo con atención y compartir pensamientos y sentimientos,
haciendo del matrimonio un espacio de comunicación profunda y gozosa.
Comentarios
Publicar un comentario