SEAMOS MEJORES MAESTROS / 22-28 DE SEPTIEMBRE / cuarta asiganacion

 

 Haga discípulos

PREDICACIÓN PÚBLICA. Muéstrele a la persona cómo son nuestras clases bíblicas y hagan planes para seguir estudiando

La publicadora estará trabajando en la lección 10 el punto 3 que nos dice

Dirija el curso bíblico a la hora y en el lugar que le convengan a su estudiante. ¿Prefiere él algún día o alguna hora en especial? ¿Dónde se sentirá más cómodo: en su lugar de trabajo, en su casa, o en un lugar público? Siempre que sea posible, adapte su horario al de su estudiante.

Duración 5 minutos

 

Circunstancia

La publicadora está predicando en un exhibidor en una plaza. Una mujer se acerca y se queda observando los folletos.

 

Diálogo

Publicadora (amablemente):
— Buenos días. Por favor, siéntase libre de tomar cualquier publicación que le llame la atención. Todo es completamente gratuito..

Persona (con interés):
— Gracias. Siempre me ha llamado la atención ese letrero que tienen ahí que dice “Curso bíblico gratuito”.

Publicadora (sonriendo):
— ¡Excelente! Justamente ese es el propósito de nuestra labor: ayudar a las personas a aprender lo que enseña la Biblia y los beneficios que trae.

Persona (dudando):
— La verdad, siempre he querido aprender de la Biblia, pero sin ningún compromiso.

Publicadora (con empatía):
— La entiendo perfectamente. Si quiere, le muestro cómo son nuestros cursos bíblicos para que vea lo sencillos y prácticos que son.

Persona (asintiendo):
— Sí, me gustaría conocer cómo funcionan.

Publicadora (saca el libro Disfrute de la vida para siempre):
— Perfecto. Usamos como ayuda esta publicación que se llama "Disfrute de la vida para siempre". Mire los temas tan interesantes que tiene. [Mostrándole el índice] Por favor, elija un tema que le guste más.

Persona (ojeando):
— ¡Ah, este! “¿Cómo puede ayudarle la Biblia?”.

Publicadora (animada):
— ¡Excelente elección! Esta lección está en la página 5. Lo que hacemos es darle lectura al primer párrafo y contestamos la pregunta ahí citada con lo leído en el párrafo. ¿Podría leer el primer párrafo, por favor?

Persona (simula leer):
— … (lee el primer párrafo).

Publicadora:
— Muy bien. Ahora le damos respuesta a la pregunta con lo que usted acaba de leer. La pregunta es: ¿Cuáles son algunas de las preguntas que contesta la Biblia?

Persona (responde con facilidad):
— ¡Está fácil! Lo acabo de leer. El párrafo dice que la Biblia contesta preguntas como: ¿Cómo empezó la vida? ¿Por qué estamos aquí? ¿Por qué sufren las personas buenas? ¿Hay vida después de la muerte?

Publicadora (felicitándola):
— ¡Excelente! Esas son algunas de las preguntas que muchos nos hacemos, y la Biblia tiene las respuestas..

Persona (pensativa):
— Sí, de hecho yo me pregunto mucho por qué sufren las personas buenas. No entiendo tanto sufrimiento y enfermedades, y parece que Dios no hace nada.

Publicadora (con comprensión):
— Es completamente normal hacerse esas preguntas. Yo también en su momento me las hice, pero gracias al curso bíblico todo me quedó claro y logré entender todo. La Biblia da respuestas muy satisfactorias a esas inquietudes.

Persona (sonriendo):
— Pues si es así, ya me está gustando este curso.

Publicadora:
— ¡Qué bien! Sigamos con el segundo párrafo. ¿Le gustaría leerlo?

Persona (lee en voz alta, simulando):
— … (termina de leer).

Publicadora:
— Perfecto. Esta es la pregunta del segundo párrafo: ¿Cómo nos ayuda la Biblia a disfrutar de nuestra vida diaria?

Persona (contestando con seguridad):
— También está fácil. Aquí dice que la Biblia nos da buenos consejos. Por ejemplo, les enseña a las familias cómo ser felices de verdad. También nos dice cómo combatir el estrés y disfrutar del trabajo.

Publicadora (con entusiasmo):
— ¡Muy bien! La felicito por su buena respuesta. Así de sencillo es el curso bíblico. Y además trae videos que son muy educativos, y lo mejor es que todo está basado en la Biblia.

Persona (con interés):
— Pues me gustó. En solo dos párrafos aprendí que la Biblia responde preguntas profundas y que también nos enseña a llevar mejor la vida diaria. Imagínese todo lo que aprenderé si termino el libro.

Publicadora:
— Me alegra mucho que le guste el curso bíblico. Solo queda ponernos de acuerdo en el día y la hora para continuar el curso..

Persona (pensativa):
— Ese es mi problema, siempre estoy ocupada. Solo podría al mediodía, cuando salgo a almorzar del trabajo.

Publicadora (adaptándose):
— No hay ningún problema. Yo puedo hacer los arreglos para venir al mediodía que usted disponga. Solo queda establecer el sitio donde vamos a estudiar.

Persona (decidida):
A una cuadra está un parque muy tranquilo que a mí me gusta ir. Si no hay inconveniente, a mí me gustaría estudiar en ese parque los mediodías de los jueves.

Publicadora (cordial):
— Está perfecto. A mí me parece muy bueno el sitio y la hora. Entonces comenzamos este jueves.

Persona (contenta):
— Listo, nos vemos el jueves en el parque. ¡Gracias!

Publicadora (sonriendo):
— Será un placer. Hasta el jueves.

Conclusión breve de la asignación

En este diálogo, la publicadora aplicó el punto 3 de la lección 10 al mostrar cómo es el curso bíblico y adaptarse al horario y lugar que más le convenían a la interesada. Con empatía y flexibilidad, motivó a la persona a empezar el curso y concretó planes para continuar estudiando.

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